Este verano tenía decidido vivir la experiencia de tener un Au Pair en casa, ya que los años anteriores no se pudo por todo el tema del COVID. Comencé mi búsqueda en una conocida plataforma web y tras haber acordado con una Au Pair todo, de repente nos dice que al final no iba a poder venir, sin ninguna explicación al respecto. La verdad es que me quede un poco en shock ya que no había cogido campamentos de verano y casino tenía tiempo de reacción, por su parte la web pocas o ninguna solución me daban…
GRACIAS a mi tesón, cuando tengo una idea en la cabeza, me cuesta mucho renunciar a ella; seguí sola con el tema del Au Pair, pero esta vez con KIDOWE. Por su parte mi marido, no paraba de repetirme el famoso “te lo dije…»;
Contacte con el equipo de Kidowe con poquísimo tiempo; y cuando ya creíamos que este año no podría ser apareció nuestro Au Pair, un chico Au Pair que se llamaba Liam; su perfil me enamoro desde el primer momento; era nativo (Irlanda), estudiaba para ser profesor de educación infantil y parecía super familiar. Tras la entrevistarnos con él, ya no había duda Liam estaría con nosotros este verano.
La experiencia fue maravillosa, Liam supo captar la atención de mis dos hijos, la del pequeño costó un poco más ya que hablaba muy poco, pero finalmente se hizo con él y con el mayor, de ocho años, fueron colegas desde el principio. Liam se vino de vacaciones con nosotros, y la convivencia con él fue estupenda siempre colaborando con las tareas familiares, con una sonrisa, en todo momento muy educado y cariñoso con mis peques.
!!Quedamos encantados con la experiencia y seguramente el año que viene repitamos!!
Virginia – Madrid – Septiembre 22